16 de diciembre de 2022

En el día de ayer trascendieron las declaraciones del creador digital Ghabriel Pérez sobre las condiciones actuales del poeta holguinero Delfín Prats. Según su publicación en las redes el escritor, que estaría cumpliendo 77 años el pasado miércoles, vive en condiciones desfavorables, dependiente del cuidado de terceros para asegurar su alimentación y su seguridad. Residiendo en una zona apartada y solitaria, el poeta habría sido víctima de un robo con allanamiento de morada en el día de su onomástico. Por esta razón allegados a Prats exigen una mayor atención por parte de las instituciones culturales de la provincia de las que el poeta es miembro.
 
Delfín Prats es un autor ampliamente antologado y publicado tanto dentro como fuera de la Isla, al punto de que muchos intelectuales consideran que es merecedor del Premio Nacional de Literatura. Sus poemas aparecen en antologías como La isla entera y Panorama de la poesía cubana. Siglo XX, que ha sido traducida al inglés, francés, alemán e italiano. Entre sus obras principales se encuentran El esplendor y el caos, Exilio transitorio y Lenguaje de mudos. Esta última reconocida con el Premio David de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en 1968, título que luego fuera censurado junto a otros publicados en el mismo año, como Fuera de juego de Heberto Padilla y Dos viejos pánicos de Virgilio Piñera. En el caso de Prats, no publicaría nuevamente de forma oficial hasta 1987, con Para festejar el ascenso de Ícaro.
 
Aunque Delfín Prats ha sido un creador presente en la escena cultural cubana desde los años sesenta, y en las últimas décadas ha estado más involucrado en eventos oficiales, su obra ha tenido una promoción más limitada a provincia y en general no ha tenido la atención oficial que sus lectores han esperado. Por demás, muchos allegados al artista septuagenario aseguran que vive en el olvido, sin una atención social adecuada por parte del gobierno ni de las instituciones culturales responsables.
 
El ODC quiere alertar sobre la desatención institucional a artistas cubanos que, aún reconocidos, premiados y con un legado cultural importante, no reciben asistencia oficial y continúan dependiendo de ayudas ocasionales de conocidos y vecinos. En el país con la tasa muy elevada de envejecimiento y una crisis en el cuidado a las personas de la tercera edad, artistas como Prats se encuentran en una condición doblemente vulnerable. El descuido institucional hacia artistas como Delfín Prats también afecta el patrimonio nacional ya que muchos de sus escritos y experiencia quedan relegados y deteriorados en estas deplorables condiciones de vida