Demóngeles es un proyecto artístico independiente que tiene como base la literatura, fundamentalmente la poesía. Surgió en 2006 pretendiendo realizar eventos culturales en el espacio público, para generar un debate constructivo en la transformación social de las comunidades. La persecución política hizo que se desintegrara en 2011.

 

Entre 2006 y 2008 Demóngeles desarrolló, incluso en comunidades rurales, festivales infantiles que incorporaron poesía, danza y pintura corporal. También incidió en la dinámica social de barrios como Atarés y El Fanguito, apoyando conciertos de artistas emblemáticos de la música urbana como Los Aldeanos. Los talleres de poesía definieron su agenda en barrios como La Timba, entre 2008 y 2009. Las intervenciones performáticas con alto grado de cuestionamiento a la mala gestión gubernamental también fueron significativas: los demóngeles irrumpían lo mismo en guaguas y cafés literarios que en los calabozos a donde iban a parar cuando la policía política consideraba que difundían contenidos políticos.

 

En 2008, el performance Homenaje a Allen Ginsberg, que realizaban junto a OMNI-Zona Franca, fue censurado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Arreciaba el hostigamiento de la Seguridad del Estado. Demóngeles privilegió el arte militante en aras de la transformación democrática del país, por lo que gestionaron iniciativas de colaboración entre arte independiente y grupos de oposición. A fines de 2009, junto a otros proyectos, organizan la Marcha por la no violencia, evento que reunió a más de 200 manifestantes, que caminaron por el centro de la capital enarbolando consignas pacifistas. Después del evento fueron perseguidos hasta que su líder, Luis Dener, resultó expulsado del país bajo amenaza de daño a su familia. Demóngeles resurge en 2018, sumándose a la campaña contra el Decreto 349. Ha creado el sello editorial independiente Oncritika Ediciones, y una ONG que los representa internacionalmente. Se desempeña principalmente en el espacio virtual.