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Nota de prensa N° 57- Observatorio de Derechos Culturales
¿Divulgación cultural o propaganda política?

3 de octubre de 2023

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Como parte de la estrategia comunicacional implantada por la propaganda oficialista cubana para contrarrestar la fuerte presencia de la voz de la inconformidad ciudadana en las redes sociales, se han creado cuentas o perfiles de carácter anónimo y claro aliento institucional encaminados a reproducir el adoctrinamiento político y el discurso triunfalista y moralista del régimen en estos espacios. Se trata de otro intento de blanqueamiento de la imagen del régimen frente a la opinión pública internacional y de vadear el impacto ideológico de la crisis entre los nacionales, ralentizando su colapso a partir de la propaganda y la represión.

Uno de esos perfiles en X (antes Twitter) es @mimovilespatria, de reciente creación (julio de 2023). Se define a sí mismo como “influenciador en redes sociales” e intenta presentar un enfoque de periodismo ciudadano con énfasis en la divulgación cultural, por lo que además de reproducir o intentar amplificar la voz y el discurso de las figuras e instituciones del Gobierno y del Partido Comunista de Cuba en general, produce contenidos cuyo tema y estilo proyectan una imagen de estabilidad sobre Cuba. En días pasados, por ejemplo, publicaba el siguiente mensaje a modo de convocatoria:

“#MiMóvilEsPatria te invita a conocer las Plazas que han sido testigos de eventos históricos importantes en nuestro país, transcurre la vida cotidiana, los amantes se dan cita, los pioneros depositan flores a nuestros héroes y las familias se dan cita.”[1]

El post fue respondido y citado por cuentas afines o similares con comentarios sobre las llamadas plazas de la Revolución de distintas provincias del país como la de Santiago de Cuba, dedicada a Antonio Maceo, la de Camagüey, a Ignacio Agramonte, la de Santa Clara, a Ernesto Guevara, y, por supuesto, la Plaza de la Revolución José Martí, de La Habana.

Con respecto a lo anterior, queremos destacar el marcado carácter ideológico de estos espacios y su impronta política en el imaginario del pueblo cubano. Cabe apuntar que han sido empleados históricamente, desde 1959, para proyectar y enaltecer la figura y la voz del dictador frente a la masa convocada y concentrada allí, y para generar o reforzar una colectividad maleable que apoyara acríticamente la demagogia populista de su discurso ofreciendo una imagen de entusiasmo y unanimidad ante el mundo, a la vez que contribuían a implantar en el subconsciente del pueblo cubano el miedo al disenso, la diferencia y la individualidad.

Vale añadir que estas plazas, con su aspecto árido y monumental, derivan de una tradición arquitectónica tributaria de la experiencia totalitaria que, en efecto, contribuyen a reforzar en el caso de Cuba. Se entiende que las mismas sean, además, espacios altamente vigilados, en lo absoluto propicios para una auténtica experiencia ciudadana ya sea de tipo personal (el esparcimiento o la rutina) o político (la expresión de una verdadera voluntad cívica).

Desde el Observatorio de Derechos Culturales, nos oponemos a esta otra estrategia de manipulación político-ideológica revestida de connotación cultural, y a todo intento propagandístico de disimular la crisis sistémica y la inestabilidad de la nación.

 

[1] https://twitter.com/mimovilespatria/status/1705751388288893415?t=sHBhygYuUUhRrk4PLeLctw&s=19

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