La semana pasada le fue revocada a la poeta y comisaria oficialista cubana Nancy Morejón la presidencia del Mercado de la Poesía de París en su 40 edición, que debiera celebrarse entre el 7 y el 12 de junio. La decisión de retirar este puesto honorífico, así como la invitación a impartir dos conferencias sobre poesía caribeña vino explicada por la propia dirección del evento asegurando que “Tendremos cuidado de rechazar todas las solicitudes destinadas a imponer opciones que contradigan nuestros valores, favoreciendo el diálogo y la defensa de los derechos humanos”.

 

Esta posición fue originalmente provocada por Jacobo Machover, intelectual cubano exiliado en Francia, y apoyada por el PEN Club de ese país. Machover afirmó públicamente que Morejón “es actualmente la directora de la revista Unión, órgano de la muy oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba, que solo admite en sus filas a los intelectuales allegados al poder y de la que todos los disidentes o críticos son excluidos sin piedad”. El escritor también recordó que Morejón figuraba entre los primeros firmantes del oficialista “Mensaje de periodistas, escritores, artistas y científicos cubanos a sus colegas de otros países”, documento que con fecha de 5 de octubre de 2022 buscaba legitimar y justificar la represión y juicios arbitrarios contra los manifestantes pacíficos del 11 de julio de ese año. Extendiendo el prontuario de Morejón, Machover también mencionó el apoyo de Morejón a la ejecución de tres jóvenes cubanos, así como su justificación a la llamada Primavera Negra en 2003, una ola represiva que motivó la condena a 75 disidentes de hasta veintiocho años de cárcel.

 

Por su parte, el gobierno cubano criticó la decisión, acusándola de “guerra cultural y comunicacional contra Cuba y su Revolución”. El oficialista Festival Internacional de Poesía de La Habana calificó de “campañas difamatorias” y “boicot” el retiro de la invitación a Morejón.

 

El ODC secunda con satisfacción el veredicto del Mercado de la Poesía Place Saint-Sulpice Paris, así como del apoyo de intelectuales como Jacobo Machover, y de organizaciones como el Pen Club Francés hacia los derechos culturales en Cuba. Para coactar a tiempo las autocracias regionales y su dominio de los patrimonios nacionales urge un posicionamiento internacional que reconozca y condene los ejercicios represivos del gobierno cubano así como su intento de exportar su narrativa en forma de legitimación del proceso. Tradicionalmente el gobierno de Cuba ha impulsado muestras de colaboración acaparando la presencia de intelectuales y artistas oficialistas, que han funcionado como voceros del mensaje oficial de la Isla, y que en ejercicio de sus funciones, también han apoyado violaciones de derechos humanos.