El pasado 12 de agosto el gobierno cubano inauguró una nueva sede de la entidad mediática Ideas Multimedios, iniciativa que agrupa diferentes medios de comunicación con el objetivo de difundir la narrativa y la historiografía oficiales. Entre sus plataformas más estructuradas se encuentran los sitios Cubadebate y Fidel Soldado de las Ideas, así como los programas televisivos Mesa Redonda y Con Filo.

 

También en agosto, el telecentro guantanamero Solvisión anunció la inclusión de publicidad para generar ingresos. La nueva dinámica a implementarse en 14 medios oficiales pretende aliviar el presupuesto que se destina al sistema de propaganda y “correrá sobre principios de ética y responsabilidad” avalados por la resolución N. 131, 2023 del Ministerio de Finanzas y Precios, por medio de la cual se han creado unidades presupuestadas de “tratamiento especial”. Para estos fines, el mensaje editorial de estos medios continuará priorizando la propaganda política según lo estipulado por la nueva Ley de Comunicación Social.

 

La incidencia de estos programas no queda en la depreciación de otras iniciativas socioculturales más urgentes, sino en el menoscabo del importe estatal en un país empobrecido culturalmente por “falta de presupuesto”. Periodistas de medios oficiales llegan a realizar giras internacionales sufragadas por el Estado, como ha sido el caso de Michel Torres Corona, presentador del programa político Con Filo, conocido por ejecutar asesinatos de reputación contra intelectuales y artistas cubanos, quien estuvo de recorrido por Alemania en el pasado mes de junio. El objetivo principal de esa visita consistía en dictar una serie de conferencias para denunciar “cómo las fuerzas reaccionarias dentro y fuera de Cuba están ejecutando sus mentiras y campañas de odio contra la Cuba socialista”. Aunque muchas de las presentaciones de Torres Corona se vieron frustradas en Bremen, Hanover y otras ciudades por el rechazo de la comunidad cubana residente en Alemania, se vislumbra una estrategia con incidencia semejante a nivel de partidos políticos en países como España, entre otros.

 

El ODC lamenta que los medios de prensa nacionales, monopolizados por el Partido, gocen de prerrogativas como la autofinanciación mientras reciben presupuesto estatal para generar contenidos de adoctrinamiento ideológico, a la vez que iniciativas independientes continúan siendo perseguidas y criminalizadas, así como penalizadas las opiniones personales en redes sociales que contravengan el discurso político hegemónico.

 

El ODC condena la gran cantidad de recursos destinados a estos programas y viajes, con el involucramiento de empresas nacionales e importación extranjera, en detrimento de inversiones necesarias para el desarrollo cultural y la protección patrimonial. Es indignante que obras y giras de este tipo se lleven a término mientras innumerables inmuebles de carácter histórico-cultural como la librería La Moderna Poesía, el Cine Teatro Payret, el Gran Teatro de La Habana, el Teatro Auditorium Amadeo Roldán, entre otros, se encuentran desahuciados, y con ellos, los eventos artísticos de los que han sido sedes.

 

El ODC advierte sobre el alarmante incremento de programas de propaganda y legitimación política que continúan drenando los recursos de un país sumido en el desabastecimiento y en la precarización sociocultural. El ODC invita a condenar el desvío de recursos estatales en arbitrario provecho del discurso oficial.