A raíz de los sucesos del 11 de julio del 2021 en Cuba fueron detenidos alrededor de 1300 cubanos de los cuales cientos fueron condenados a años de prisión. Entre estos hubo incluso menores de edad, separados de su familia, apresados y sometidos a juicios. En esta fotografía se representa este proceso, el cual mostró al mundo lo turbio e injusto que es el sistema judicial cubano. Los participantes como estatuas, sin voluntad, sin alma, sin criterio, sumergidos bajo la marea de la dictadura política, situados en la base de la fotografía como elementos de mayor peso. Un acusado se sitúa justo debajo de un halo de luz, delante de él, oculto en la penumbra, la figura de un juez, mientras los testigos de este juicio esconden sus cabezas bajo la arena como cobardes. A su alrededor nadan a gusto las simbólicas clarias. Se le conoce popularmente como clarias a aquellas personas, seguidoras del régimen que lo apoyan o se aprovechan de los beneficios de apoyarlo agrediendo a los que se oponen, actuando como títeres a voluntad de la dictadura y que al igual que el conocido pez son una especie invasora y dañina para el entorno. La Plaza de la Revolución, sitio que en su momento aglutinaba masas en apoyo a la revolución, es ahora testigo de todas las atrocidades. Y la figura de Martí con los ojos vendados simboliza la pérdida de los valores, de los derechos humanos y la vergüenza que representan estos hechos para el pueblo cubano. Creada el 13 de diciembre del 2021. Forma parte de la serie fotográfica El libro de los gusanos, Capítulo II: La institución.