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Casos históricos (1960 – 1999) - Observatorio de Derechos Culturales 
Nicolás Guillén Landrián

1972

Cineasta y pintor cuya obra documental es considerada una de las más relevantes del cine cubano, destacándose Coffea Arábiga (1968) y Ociel del Toa (1965). Su censura llegó al extremo de ser juzgado por un tribunal militar, que lo acusó de conducta impropia y desviación ideológica. Aunque integró la plantilla del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) como asistente de producción y director entre 1962 y 1972, sus filmes estuvieron censurados casi permanentemente, por lo que muy pocos llegaron a exhibirse al momento de su realización. En 1972 el ICAIC lo expulsó definitivamente, por hacer películas “inconsistentes con los fines de la Revolución”.

 

El hostigamiento de la policía política incluyó múltiples detenciones y formas de tortura. En 1976 estuvo retenido sin cargos y siendo interrogado durante seis meses en el cuartel general de la Seguridad del Estado (SE) en Villa Marista, para resultar sentenciado a dos años de cárcel. La SE lo derivó al Hospital Psiquiátrico, para someterlo a electroshocks en 1977. Como pintor, intentó participar en una exposición colectiva en 1980 que fue clausurada por la SE. Cuando su filmografía era exhibida fuera de Cuba, nunca integraba la representación oficial del cine cubano. Eso no impidió que recibiera en 1966 la Espiga de Oro junto a Ingmar Bergman en la Semana de Cine Religioso y de DDHH en Valladolid, y la Mención del Jurado en Cracovia por En un barrio viejo (1963), que también fue Premio a Ópera Prima en Tours, Francia.

 

En 1989 se exilió en los Estados Unidos, donde falleció en 2003. En 2002 y 2003, la Muestra Joven estrenó la mayoría de sus documentales y el ICAIC comenzó la restauración de algunas de sus obras y el deshielo de su figura, sin nunca referirse ni a la censura, ni a sus consecuencias para la vida del artista.

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