Nota de prensa N° 31- Observatorio de Derechos Culturales
Sobre el Festival de Teatro de Camagüey
23 de febrero de 2023
Esta semana se han hecho públicas las muestras de desagrado y preocupación ante el cambio de formato del Festival de Teatro de Camagüey. En su edición XVIII, el festival ha derivado en una Jornada Ciudad Teatral 2023, cita que posterga el festival del mes de octubre a enero y que lo extiende durante seis meses – hasta junio – en vez de su marco habitual de diez días; además, con una reducida participación de grupos teatrales de la provincia agramontina. Las razones que hasta ahora han dado algunos comisarios oficiales en las redes sociales acusan la intención de realizar un festival nacional de teatro itinerante, la imposibilidad de mantener espectáculos camagüeyanos en cartelera por cuestiones de producción y montaje, así como las dificultades en el presupuesto por la actual crisis económica que atraviesa el país.
En respuesta a estas condiciones, medios independientes de la provincia como La Hora de Cuba han denunciado las decisiones arbitrarias del Consejo Provincial de Artes Escénicas (CPAE), y vinculado los reacomodos a posibles censuras institucionales, mientras que acusa a la organización de ser “Habanocentrista”, y de usar erróneamente el presupuesto para dar una “ falsa apariencia de culturalidad y de atención comunitaria”.
El ODC aclara que esta no es la primera vez que festivales con tradición nacional han sufrido modificaciones por cuestiones de presupuesto, viendo sus sedes desplazadas o su programación limitada. Aunque la inclusión de artistas, creadores e intelectuales en festivales culturales suele constituir un proceso de selección subjetivo, el ODC ha podido registrar mayores arbitrariedades en ejercicios de exclusión por censura institucional, sobre todo en eventos provinciales como Romerías de mayo y otros, donde destacan los géneros del cine y el teatro como los principales afectados(1).
El ODC lamenta igualmente la precaria situación por la que transcurre la actual cultura nacional, donde muchos artistas e intelectuales han salido del país en busca de mayores oportunidades de trabajo y también como forma de evadir actos de represión y censura contra sus personas y proyectos, como ha sido el caso de Adonis Milán, director del grupo independiente Perséfone Teatro. Igualmente, la actual crisis económica y electroenergética, y la falta de voluntad gubernamental para proteger el patrimonio nacional dan cuenta del deterioro de las salas de teatro en el país, muchas ya afectadas desde el paso del huracán Ian en septiembre, y que hasta la fecha no han recibido restauración.
El ODC apunta la difícil situación de sobrevivencia de festivales tradicionales con arraigo en la comunidad y público comprometido, eventos que se han visto relegados por la prioridad a festivales internacionales con cita en La Habana de mayor recaudación financiera, así como por la burocratización de la cultura y las dependencias de instituciones culturales a organismos del gobierno y el partido con posturas ideológicas antes que artísticas.
El ODC advierte que la crisis económica y el control político sobre las expresiones culturales en la isla son una combinación favorable para la asfixia de los pocos proyectos que sobreviven aún en el país, que a la larga, tendrá consecuencias funestas para el patrimonio nacional.
[1] Al respecto consultar los informes sobre violación de derechos culturales en https://www.4metrica.org/observatorio-de-derechos-culturales-infomes